La sana convivencia escolar es a la vez, un medio y un fin en sí mismo. Es un medio en tanto que constituye la condición fundamental, el contexto esencial para el desarrollo, formación y aprendizaje de los estudiantes, y un fin, puesto que es una meta a lograr, en cuanto implica el aprendizaje de vivir armónicamente con otros, aprender a interactuar con la diversidad de los miembos de la comunidad educativa.